Puerta de Alcalá. Madrid

Construida por Sabatini en 1778 como parte de las reformas de embellecimiento de la ciudad promovidas por Carlos III. Es de granito y constituye un ejemplo de proporción, armonía y elegancia. El Rey la encargó a Sabatini, arquitecto italiano, para conmemorar su llegada a la capital en 1778. La puerta se situó a la entrada de la ciudad cerca de El Retiro.






Sabatini diseñó una estructura que consta de 5 arcos, 3 de ellos de medio punto y otros 2, en los extremos, arquitrabados. Los vanos están flanqueados por un total de 10 columnas con capiteles jónicos modernos, que acaban en una cornisa coronada por el ático y se encuentran asentados sobre un zócalo a ambos lados del monumento. En el lateral que mira a Cibeles se detecta que las columnas son sustituidas por pilastras, excepto las que engalanan el arco central.




Los ornamentos que decoran la Puerta son creaciones de Robert de Michel. Entre ellos destacan los relieves de cornucopias situados en los frisos de los vanos de los extremos y las cabezas de leones de los tres vanos centrales. Finalmente, el Real escudo de armas aparece sostenido por una Fama y un Genio, que son obra de Francisco Gutiérrez. A ambos lados del monumento y sobre el ático una inscripción reza
                                             “Rege Carlo III / Anno / MDCCLXXVIII”

La denominación de puerta tampoco es casualidad ya que, en sus orígenes, fue una de las cinco puertas que daban acceso a la Villa de Madrid. En 1889 se convirtió en plaza.


El nombre de la Puerta de Alcalá, al igual que el de la calle con el mismo nombre, vienen por estar situadas en el camino que existía para ir a Alcalá de Henares.



Víctor Manuel y Ana Belén la dedicaron una canción en 1986.

Acompaño a mi sombra por la avenida, 
mis pasos se pierden entre tanta gente, 
busco una puerta, una salida 
donde convivan pasado y presente... 
De pronto me paro, alguien me observa, 
levanto la vista y me encuentro con ella 
y ahí está, ahí está, ahí está 
viendo pasar el tiempo la Puerta de Alcalá. 
Una mañana fría llegó Carlos III con aire insigne 
se quitó el sombrero muy lentamente 
bajó de su caballo con voz profunda 
le dijo a su lacayo: ahí está la Puerta de Alcalá 
ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo 
la Puerta de Alcalá 

Lanceros con casaca, monarcas de otras tierras, 
fanfarrones que llegan inventando la guerra, 
milicias que resisten bajo el "no pasarán" 
y el sueño eterno como viene se va 
y ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo 
la Puerta de Alcalá. 

Todos los tiranos se abrazan como hermanos, 
exhibiendo a las gentes sus calvas indecentes, 
manadas de mangantes, doscientos estudiantes 
inician la revuelta son los años sesenta 
ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo 
la Puerta de Alcalá 

Un travestí perdido, un guardia pendenciero, 
pelos colorados, chinchetas en los cueros, 
rockeros insurgentes, modernos complacientes, 
poetas y colgados, aires de libertad 
ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo 
la Puerta de Alcalá 

La miro de frente y me pierdo en sus ojos, 
sus arcos me vigilan, su sombra me acompaña, 
no intento esconderme, nadie la engaña, 
toda la vida pasa por su mirada 
Miralá, míralá, miralá, míralá, 
la Puerta de Alcalá 
Miralá, míralá, miralá, míralá, 
la Puerta de Alcalá.

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